Según la normativa, cualquier persona natural puede ejercer como corredor de propiedades, por lo que la regulación a este mercado es nula. Dentro de sus funciones, un corredor debe conocer el mercado inmobiliario para ofrecer las mejores alternativas.

No obstante, la competencia y la alta demanda hace que el rol del corredor sea despersonalizado, lo que genera rechazo entre quienes buscan vender una propiedad.

¿Necesito un corredor de propiedades?

Para vender una propiedad no es necesario contar con una empresa de corretaje. La venta puede realizarse directamente entre el dueño del inmueble y los interesados, sin embargo, una asesoría en la materia es clave para no cometer errores. En este sentido, un corredor puede encargarse de la publicación, visitas y demás trámites de la operación, no sin antes cobrar a ambas partes una comisión por la transacción cercana al 4% + IVA por el valor final de venta de la propiedad. 

Si se planea la venta de forma inteligente y organizada, se debe tomar en cuenta:

• Establecer el valor comercial de la propiedad de acuerdo al sector. Los bancos pueden realizar una tasación de la propiedad por un valor desde 2 UF.
• Manejar el marketing de la propiedad tomando fotos de gran calidad, publicándola en sitios de compraventa de propiedades, instalando carteles de venta en el exterior y atendiendo a los potenciales compradores de manera oportuna y cordial. 
• Invertir en arreglos si son necesarios para hacer más atractiva la propiedad. 
• Asesorarse de forma legal al cerrar el trato con un abogado especialista en temas inmobiliarios, solicitando todos los documentos necesarios para la operación. 

Control total sobre la venta y sin apuros 

En muchos casos, una venta sometida a los parámetros y la presión de un corredor de propiedades hace que el vendedor y el comprador deban tomar decisiones rápidas y apresuradas, para así evitar que alguien más se adjudique la transacción.

Cuando los compradores o vendedores se hacen cargo del proceso sin la mediación de una empresa de corretaje, pueden tomar decisiones en calma y analizarlas lo suficiente para estar totalmente seguros, además de regular las condiciones de la transacción de acuerdo a lo que sea más cómodo para si mismos. 

Acceder a un mercado más amplio

Si la venta está gestionada por el propio dueño de la propiedad, el universo de demanda es más provechoso, ya que se cuenta con la libertad de escoger. Con una buena asesoría, quien busca comprar o vender una propiedad puede insertarse en un mercado más amplio.

Atención exclusiva 

Para un corredor la compra o venta de un cliente específico jamás será una prioridad, ya que cuenta con una cartera con muchas otras personas a las que debe responder de igual forma. Cuando el dueño de la propiedad se hace cargo de su propia venta, puede centrar toda su atención en ella. 

El rol de un Personal Shopper Inmobiliario®, en este caso, es de gran ayuda para buscar una propiedad que cumpla con las características adecuadas de los clientes, gracias a un trabajo personalizado y a fondo.

Conclusión

Tomando los resguardos necesarios, cualquier persona puede vender o comprar una propiedad de forma independiente, quedando totalmente satisfecha con los resultados y sin presiones. Sin embargo, la asesoría y el conocimiento del mercado es clave para una venta segura.